Los padres tienen el derecho de elegir libremente las escuelas u otros medios necesarios para educar a sus hijos según sus conciencias. Carta de los derechos de la familia, del Pontificio Consejo para la Familia,5 (22-X-1983)

miércoles, 12 de mayo de 2010

Luz y tinieblas. Vida nueva: Educación y esperanza

Los oyentes de Radio María habréis reconocido ya al Padre José María Iraburu como el autor de esta serie de esperanzadoras conferencias. Sus libros los podemos leer gratuitamente on-line en http://www.gratisdate.org/ y aquí, gracias a una colaboradora, tenemos esta conferencia transcrita, la n. 61 de la serie Luz y Tinieblas, dedicada a la educación de los hijos, en la que el Padre Iraburu nos habla así del homeschooling:


Debemos recordar, en primer lugar, que el derecho a educar a los hijos pertenece a los padres, fundamentalmente. Siempre, la acción del Estado o de los colegios privados, como, por ejemplo, los colegios católicos, tendrá una función complementaria y, a veces, subsidiaria.
Pero, ciertamente, una educación estatal obligatoria es un grave atropello contra el derecho de los padres. Es inadmisible y va contra todo derecho la coacción estatal a los padres imponiéndoles un cierto modelo de educación pública. Cuando los padres no se identifican con la educación que se está dando en los centros públicos y tampoco tienen a su disposición colegios privados que den, efectivamente, la educación por ellos deseada, estos padres tienen derecho a recibir del Estado una protección legal para poder llevar adelante, en sus propias casas, la educación de sus hijos. Unas veces en la unidad de la comunidad familiar, otras veces asociándose con otras familias.
La escuela en casa, la práctica de home schooling, se inicia a mediados de los años 80 del siglo pasado, especialmente en los Estados Unidos. Pero, en realidad, existe desde hace ya muchos siglos; bastaría con recordad el hogar de San Bernardo, en el que la beata Alicia, la madre, venía a ser maestra y tutora de la educación de su numerosos hijos. O podríamos recordar también el hogar de Santo Tomás Moro, verdaderamente una escuela perfectamente organizada para sus hijos y los hijos de otras familias amigas.
Este movimiento pedagógico cuenta ya, sobre todo en Estados Unidos, con numerosas asociaciones encargadas de promocionarlo. Facilitan a los padres los materiales educativos necesarios, organizan encuentros para ayudarles en el desarrollo de su función educativa, de tal modo que puedan dar los padres a sus hijos una enseñanza individualizada, y que tenga todas las garantías en lo referente a los planteamientos culturales, religiosos y morales.
Actualmente, en los Estados Unidos, unos dos millones de niños en edad escolar están siendo educados a través del home schooling, y esta fórmula pedagógica familiar va creciendo notablemente también en otros países.
Por otra parte, hay que señalar que el sistema pedagógico de la escuela en casa da frutos muy positivos. Estudios realizados al respecto nos muestran que los niños que han sido educados a través de la home schooling logran niveles de conocimientos y de formación personal considerablemente superiores a los conseguidos por los sistemas escolares públicos.
No es, evidentemente, la escuela en casa la panacea para resolver todos los problemas educativos de los niños en el tiempo actual; los colegios católicos, cuando realmente dan educación católica, disponen, lógicamente, de unos medios educativos y socializadores que no pueden alcanzarse en el mismo grado en la home schooling. Pero, ciertamente, a la hora de hacer hombres nuevos, bien diferenciados de la mentalidad y de las pautas conductuales del mundo secular, la escuela en casa ofrece, sin duda, unas virtualidades positivas del más alto interés.

1 comentario:

Marga dijo...

Mis felicitaciones a todos los valientes que se han decidido por este tipo de educación. Son las Primicias de la Nueva Sociedad.Dios los bendecirá abundantemente en esta empresa con las mayores bendiciones que puede dar a una familia: la santidad de sus miembros.