Los padres tienen el derecho de elegir libremente las escuelas u otros medios necesarios para educar a sus hijos según sus conciencias. Carta de los derechos de la familia, del Pontificio Consejo para la Familia,5 (22-X-1983)

jueves, 28 de enero de 2010

Santo Tomás, maestro y santo




Varias son las escuelas católicas para homeschoolers en Norteamérica que llevan su nombre (Angelicum Academy http://www.blogger.com/www.angelicum.net St. Thomas Aquinas Academy http://www.blogger.com/www.staa-homeschool.com de las más conocidas), y muchos los grupos o asociaciones de familias que educan en casa que lo tienen como patrono. Lo es de todos nosotros, educadores y estudiantes.


He elegido para hoy las palabras que cerraban el Discurso de S.S. Juan Pablo II a los profesores y alumnos de la Pontificia Universidad de Santo Tomas de Aquino, de Roma:

Son las palabras con que León XIII concluía la Aeterni Patris. «Exempla sequamur Doctoris Angelici», recomendaba él(LEONIS XIII Acta, cit. p.283). Es cuanto también repito esta tarde. En efecto, la exhortación está plenamente justificada por el testimonio de vida con que Santo Tomás ha corroborado la doctrina impartida en la cátedra. Antes que metodología técnica de un maestro, la suya ha sido la metodología del santo que vive en plenitud el Evangelio, en el que la caridad es todo. Amor a Dios, fuente suprema de toda verdad; amor a las cosas creadas, que son también cofres preciosos llenos de tesoros que Dios ha volcado en ellas.
He aquí cuál fue la fuerza inspiradora de todo su afán de estudioso y cuál el impulso secreto de su donación total como persona consagrada. «A caritate omnia procedunt sicut a principio et in caritatem omnia ordinantur sicut in finem», ha escrito él (In lo. Ev. XV 2). Y, efectivamente, el gigantesco esfuerzo intelectual de este maestro del pensamiento estuvo estimulado, sostenido y orientado por un corazón henchido de amor a Dios y al prójimo. «Per ardorem caritatis datur cognitio veritatis» (ibid., V 6). Son palabras emblemáticas que dejan entrever, tras el pensador capaz de los vuelos especulativos mas audaces, al místico habituado a beber directamente en la fuente misma de toda verdad la respuesta a las interpelaciones mas profundas del espíritu humano. Por lo demás, ¿no confeso él mismo que jamás había escrito ni había dado lecciones sin recurrir antes a la oración?
Quien se acerca a Santo Tomás no puede prescindir de este testimonio que emerge de su vida; más aun, debe encaminarse valientemente sobre sus huellas con el compromiso de imitar sus ejemplos, si quiere llegar a gustar los frutos más recónditos y sabrosos de su doctrina. Es lo que nos recuerda la oración que la liturgia pone en nuestros labios el día de su fiesta: «¡Oh Dios, que hiciste de Santo Tomás un varón preclaro por su anhelo de santidad y por su conocimiento de las ciencias sagradas!, humildemente te rogamos nos concedes las gracias de comprender su doctrina y de imitar su vida».
Pidamos esto también al Señor esta tarde, confiando nuestra oración a la intercesión del mismo «maestro Tomas», maestro profundamente humano porque profundamente cristiano, y precisamente porque profundamente cristiano, profundamente humano.



El otro día agradecíamos al Hogar de la Madre su apoyo, ahora lo hacemos a la Schola Veritatis en el día de su también patrono, http://www.scholaveritatis.org/

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